Extroscopía 82

En el aquí y el ahora de este mundo subalterno, se degradan las paredes estomacales de un mundo infierno.
Destrózame los nervios, virgen maría siempre pura, con tus látigos perpetuos, escondidos trás tu velo.
Reviéntame los ojos, virgen maría siempre pura, con las uñas, las uñas, las mismas uñas que entierras en la espalda de cristo en tu brazo.
Mundo infierno, mundo alterno, mundo avaro, mundo in-so-por-ta-ble-men-te melodramatico.

Se desvanece el torax de un planeta que nadie quiere, quedan al descubierto los pulmones, infectados y llenos de insecto, larvas, somos larvas.
Por eso, virgen maría siempre pura, mójame los labios con tu veneno inpostergable, entorpéceme la vista con la bondad cincelada en tu yeso.
Espíame al atardecer por mi ventana, observame cometer los peores crímenes y bésame la frente, virgencita torturadora, hazme humana tu tonta esclava.

Permiteme bailar tus ritos, riéte y escúpeme en la cara ¿no es eso lo que haces con tus devotos hijos, virgen santa, virgen pura?
Quítame los lentes de sol, quiero arder bajo tu artificial y lumínica aureola, antes que sea tarde, antes que se te acaben las pilas y a mi las palabras.