jueves, 10 de junio de 2010

Extroscopía 68

Mi casa se transformó en arena, no nos dimos cuenta y nos veiamos las caras, desde los diferentes ángulos invisibles ahora.
Nadie atinó a nada, salvo a abrir la boca y los ojos. Nos quedamos mudos.
Se vino la casa abajo, se hizo arena y a los demás le pasó mismo, somos poblacion flotante en medio de un desierto.
Nuestra ropa se está agujereando, nos vemos cada vez más enfermos.
Caminamos por inercia, en grupo tribu comunidad. Empiezan a evaporarse unos, otros mueren de insolación.
Me siento a esperar mi turno, con las rodillas al pecho y el sol en la cabeza.
Espero mi muerte, ya empiezo a sentir como se cosen mis órganos.

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