sábado, 24 de octubre de 2009

Extroscopía 27

Se eleva mi pregunta ignorada entre un gentío de voces, tengo miedo de la gente que aprieta mis manos con grilletes furiosos, metálicos, insoportables...
Se entierra en un abismo mi opinión, con la ironía de una alarma silenciosa, con la conciencia de no saberse escuchada, aunque pronunciada y existente.
Se paraleliza mi culpa, encrucijada latente, oscilante entre el dolor de costillas, un orgasmo fetichista y una puntada en mi cabeza.
Y así, pregunta adolorida, opinión acallada y culpa enajenada, se conjugan entre mis lineas, entre mis dedos largos y temblorosos, entre los húmedos dientes que acorralan la redonda lenguja inexpresiva que ha de lijar los ásperos momentos de mi amarillo, polvoriento y otoñezco camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario