sábado, 10 de abril de 2010

Extroscopía 44

Se han mezclado mortales ingredientes para armar la humanidad.
Somos rostros sonrientes, hermosos. Sentados todos bajo una Luna de verdad, sin censura ni juicios, estamos todos en un viaje sin necesitar equipaje.
Nuestras manos nos abrazan y apoyan.
Cantamos y espantamos la razón. Fumamos y espantamos la historia escrita. Siempre nos iluminamos...

Resucitamos todos de nuestras muertes, quitándonos los clavos de las manos, soltando nuestro cuerpo de los pesados eslabones sociales.
Acariciamos a un perro, sin temer a sus pulgas, sin temer el ladrido.

¡Míranos!
Estamos nadando todos en las profundidades de nuestras miradas, los ojos brillosos que me aletean de cerca me cosquillean en el alma.
Mi cabeza pesada se hace transparente, en mis pestañas llevo lo que pueda...

Araucaria y Pino.
Palmeras altas cuidandonos, arropándonos, cercándonos, juntandonos...
No existe el infierno es nuestra civilización.

Nuestra verdad planteada en verso.
Nuestra verdad acribillada a salivazo limpio, a escupe en la cara.
Nuestra verdad enaltecida en noches como estas.
Nuestra verdad realizada a medias, en el infinito misterio.
Los verdaderos, muertos.
La verdad, eterna.

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